ORACIONES MILAGROSAS
Señor Santiago, gloriosísimo apóstol de Jesucristo,
que de humilde pescador
pasaste a ser uno de los Doce elegidos del Señor
y brillaste con singular energía y firmeza,
que difundiste su Evangelio,
aun al precio de tu propia vida:
dame tu auxilio y alivio cuando me asolen las pruebas
y el infortunio y la indefensión me agobien y atormenten.
Santiago el Mayor,
patrón de España,
guardián y benefactor de los hombres.
padre de infinitos santos y mártires,
terror de los demonios,
espanto de nuestros enemigo
a quien debemos, después de Dios, la fe que profesamos
a tu amparo, defensa y protección me acojo.
Haz que adorando a Dios,
venere a la Santa Virgen, que es su Madre.
Apóstol del Verbo Eterno
a quien debemos tantos beneficios y socorros
así en lo material, como en lo espiritual.
Humildemente te doy las gracias
y te suplico me alcances de Dios Todopoderoso
las bienaventuranzas del cielo.
Que la cruz de Jerusalén me proteja y me defienda,
y ablande los corazones de los que me quieren hacer mal.
Por los méritos que el Señor te concedió,
intercede para que sean alejadas de mi lado
las personas envidiosas, malas y dañinas,
con toda mi fe puesta en tu eficaz valimiento, te pido:
que si a traición combaten contra mí los enemigos,
con tu valeroso brazo me defiendas del mal,
y con la punta de tu espada invicta
cortes toda magia,
brujería o hechicería hecha contra mí,
con tu poderoso escudo aparta de mí males y peligros,
haz que salga victorioso de adversidades y obstáculos
y que mis caminos se encuentren claros y despejados
para que nada impida mi éxito,
progreso y bienestar.
Señor Santiago, glorioso
concédeme tu poderosa ayuda y protección,
y ayúdame a usar toda mi energía,
fuerza y habilidad
para la dicha de todos y la gloria de su Nombre,
para que haciendo el bien,
como tú lo hiciste, e imitándote,
consiga el premio que tu alcanzaste
y pueda sentarme un día junto ti
y gozar de tu compañía en la Gloria Eterna.
Así sea.
Rezar el Credo y la Salve.
que de humilde pescador
pasaste a ser uno de los Doce elegidos del Señor
y brillaste con singular energía y firmeza,
que difundiste su Evangelio,
aun al precio de tu propia vida:
dame tu auxilio y alivio cuando me asolen las pruebas
y el infortunio y la indefensión me agobien y atormenten.
Santiago el Mayor,
patrón de España,
guardián y benefactor de los hombres.
padre de infinitos santos y mártires,
terror de los demonios,
espanto de nuestros enemigo
a quien debemos, después de Dios, la fe que profesamos
a tu amparo, defensa y protección me acojo.
Haz que adorando a Dios,
venere a la Santa Virgen, que es su Madre.
Apóstol del Verbo Eterno
a quien debemos tantos beneficios y socorros
así en lo material, como en lo espiritual.
Humildemente te doy las gracias
y te suplico me alcances de Dios Todopoderoso
las bienaventuranzas del cielo.
Que la cruz de Jerusalén me proteja y me defienda,
y ablande los corazones de los que me quieren hacer mal.
Por los méritos que el Señor te concedió,
intercede para que sean alejadas de mi lado
las personas envidiosas, malas y dañinas,
con toda mi fe puesta en tu eficaz valimiento, te pido:
que si a traición combaten contra mí los enemigos,
con tu valeroso brazo me defiendas del mal,
y con la punta de tu espada invicta
cortes toda magia,
brujería o hechicería hecha contra mí,
con tu poderoso escudo aparta de mí males y peligros,
haz que salga victorioso de adversidades y obstáculos
y que mis caminos se encuentren claros y despejados
para que nada impida mi éxito,
progreso y bienestar.
Señor Santiago, glorioso
concédeme tu poderosa ayuda y protección,
y ayúdame a usar toda mi energía,
fuerza y habilidad
para la dicha de todos y la gloria de su Nombre,
para que haciendo el bien,
como tú lo hiciste, e imitándote,
consiga el premio que tu alcanzaste
y pueda sentarme un día junto ti
y gozar de tu compañía en la Gloria Eterna.
Así sea.
Rezar el Credo y la Salve.
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