ORACIONES MILAGROSAS
Madre y Señora,
Tú eres luz
que disipas la sombra del engaño.
Tú eres la dulzura que deleita al corazón
y eres la poderosa Madre
en quien espero y confío.
Aleja de mi todo peligro;
guárdame, Señora,
y en este día recíbeme por tuyo.
yo volveré, Señora,
a tus santísimos pies;
yo daré a mi corazón la dicha de saludarte,
y yo renovaré el amor que desde hoy te ofrezco.
Ángeles de la Patria Celestial,
alabad por mi
a la Madre Santísima de la Luz;
Dios y Señor de la majestad y grandeza,
pues sólo Usted sabéis lo que es María,
alabar y engrandecerla
Y Tú,
Madre y Señora, admite mi corazón;
las necesidades que tiene Tú lo sabes;
remédialas, ayúdame a salir adelante,
dame fuerzas y soluciones
y derrama el bálsamo
de tu amor.
Haz que en todas mis acciones
te llame Madre de la Luz;
alúmbrame, compadécete de mi,
y no permitas que sea presa del demonio.
y haz que, pues te portas como mi Madre,
yo me porte como tu Hijo.
Amén.
Tú eres luz
que disipas la sombra del engaño.
Tú eres la dulzura que deleita al corazón
y eres la poderosa Madre
en quien espero y confío.
Aleja de mi todo peligro;
guárdame, Señora,
y en este día recíbeme por tuyo.
yo volveré, Señora,
a tus santísimos pies;
yo daré a mi corazón la dicha de saludarte,
y yo renovaré el amor que desde hoy te ofrezco.
Ángeles de la Patria Celestial,
alabad por mi
a la Madre Santísima de la Luz;
Dios y Señor de la majestad y grandeza,
pues sólo Usted sabéis lo que es María,
alabar y engrandecerla
Y Tú,
Madre y Señora, admite mi corazón;
las necesidades que tiene Tú lo sabes;
remédialas, ayúdame a salir adelante,
dame fuerzas y soluciones
y derrama el bálsamo
de tu amor.
Haz que en todas mis acciones
te llame Madre de la Luz;
alúmbrame, compadécete de mi,
y no permitas que sea presa del demonio.
y haz que, pues te portas como mi Madre,
yo me porte como tu Hijo.
Amén.
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