ORACIONES MILAGROSAS
Oh Dios, Padre de los Pueblos,
que dispones todo con admirable Providencia,
recibe bondadoso las oraciones
que te dirigimos por nuestra Patria.
Padre nuestro,
Desde esta tierra Istmeña,
Escucha Nuestra Oración
Que tu Nombre sea reconocido
y amado en Panamá,
ya que Tú quieres que todos se salven.
Venga tu Reino, que es de Paz, de amor, de Justicia.
Que se haga tu Voluntad;
que construyamos la civilización del amor.
Donde los que mandan busquen el bien común;
donde se supere el odio y el rencor,
por la generosidad que
comparte los bienes que Tú nos has dado
Danos el pan de cada día:
que lo podamos comer en casa propia
y en salud digna de seres humanos.
Qué la seguridad de tu Providencia,
llegue a los marginados de la abundancia.
Te pedimos,
Señor que no nos dejes
caer en la tentación de destruir la vida:
que no profanemos la dignidad del hombre ni de la mujer.
Concédenos que no haya entre
nosotros niños abandonados ni ancianos sin cariño.
Líbranos del mal.
Del pecado que nos separa de Ti.
De todo lo que rebaja la condición humana.
Del egoísmo que nos hace insensibles ante el dolor ajeno.
De la soberbia que endurece el corazón
y hace imposible la hermandad.
Señor esperamos que escuches nuestra oración
porque creemos que tu nos amas.
Amén.
que dispones todo con admirable Providencia,
recibe bondadoso las oraciones
que te dirigimos por nuestra Patria.
Padre nuestro,
Desde esta tierra Istmeña,
Escucha Nuestra Oración
Que tu Nombre sea reconocido
y amado en Panamá,
ya que Tú quieres que todos se salven.
Venga tu Reino, que es de Paz, de amor, de Justicia.
Que se haga tu Voluntad;
que construyamos la civilización del amor.
Donde los que mandan busquen el bien común;
donde se supere el odio y el rencor,
por la generosidad que
comparte los bienes que Tú nos has dado
Danos el pan de cada día:
que lo podamos comer en casa propia
y en salud digna de seres humanos.
Qué la seguridad de tu Providencia,
llegue a los marginados de la abundancia.
Te pedimos,
Señor que no nos dejes
caer en la tentación de destruir la vida:
que no profanemos la dignidad del hombre ni de la mujer.
Concédenos que no haya entre
nosotros niños abandonados ni ancianos sin cariño.
Líbranos del mal.
Del pecado que nos separa de Ti.
De todo lo que rebaja la condición humana.
Del egoísmo que nos hace insensibles ante el dolor ajeno.
De la soberbia que endurece el corazón
y hace imposible la hermandad.
Señor esperamos que escuches nuestra oración
porque creemos que tu nos amas.
Amén.
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