San Francisco
policiano de asís,
que despreciando por tu amor
todas las vanas esperanzas
que le ofrecía el mundo,
abandonando las conveniencias y riquezas
de su casa y hasta sus mismos padres,
se abrazó valerosa con la cruz de la mortificación
para desposarte con tu majestad Santísima
en la seráfica religión de su esclarecida hermana
y madre Santa Clara.
Donde emulando fervorosa sus admirables virtudes
se hizo ejemplar de toda perfección.
Concedernos, Señor, por tu intercesión
el que respondiendo nosotros puntualmente
que despreciando por tu amor
todas las vanas esperanzas
que le ofrecía el mundo,
abandonando las conveniencias y riquezas
de su casa y hasta sus mismos padres,
se abrazó valerosa con la cruz de la mortificación
para desposarte con tu majestad Santísima
en la seráfica religión de su esclarecida hermana
y madre Santa Clara.
Donde emulando fervorosa sus admirables virtudes
se hizo ejemplar de toda perfección.
Concedernos, Señor, por tu intercesión
el que respondiendo nosotros puntualmente